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Un nuevo periodismo se está escribiendo en los gratuitos

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Transcripciones completas de chats, notas generales con trasfondos críticos y formatos irreverentes son las características de un periodismo que se está escribiendo en las ya varias revistas gratuitas que circulan en La Paz. Se los pueden encontrar en los cafés, centros culturales, bares, restaurantes, cines, hoteles y librerías.

Con portadas coloridas y notas de ágil lectura, estas publicaciones están siempre disponibles a quienes las recogen primero. Este fenómeno se lo puede definir como reciente, pues nació hace no más de cuatro años cuando salió a luz la revista “15 Días”, una publicación gratuita que fue gestada como agenda y luego se transformó en revista cultural.

“Intentamos recuperar las manifestaciones culturales urbanas de La Paz, reencontrar la identidad cultural y como paceños empezar a reconocer lo que tenemos acá”, recuerda Stephan Fernández, uno de los impulsores de esta revista que fue creada por Boris Valderrama.

Ejercitando la lectura y escritura

Todas se nutren económicamente de la publicidad, pero para conseguirlas deben ofrecer un contenido específico a un público meta y es acá donde resaltan sus notas periodísticas. “En Kaos escriben los mismos artistas, hemos tenido a Ramiro Garavito o Raquel Schwartz, caso contrario buscamos notas interesantes y la adaptamos para nuestro medio. La redacción no puede ser cargosa ni pesada, pero tampoco puede ser superficial. Puedo resumir que la gente inteligente lee Kaos, quien lo ve y no lo entiende simplemente la deja”, explica Marco Gorgoroso, de Kaos.

Por su parte, Diego Gullco, director de Afuera, considera que las notas que presenta mensualmente son una nueva propuesta, ya que los periódicos son muy formales, “muy correctos”. “Habría que preguntarles a ellos por qué todos los días de la madre vuelven a lo mismo. Nosotros podemos darnos el lujo y el gusto de sacar notas donde una mujer, periodista y mamá termina recomendando regalar juguetes eróticos, o analizando por qué muchas de las madres bolivianas actúan como dueñas de sus hijos y por qué al tener un hijo se olvidan de que fueron mujeres”, dice Gullco.

Para Antonio Vera, editor de La Vibra, en los reportajes que presentan las pirámides invertidas, los leads, las preguntas clave son lo menos importante, lo prescindible, el ripio. “Creemos que la escritura y la lectura son una experiencia única y creativa y, por eso, mientras menos previsible y más personal sea la experiencia, mejor. En ese sentido intentamos ser una revista con una identidad definida. Por eso nunca entrevistaremos a un ministro o al gerente de una marca famosa, ni tampoco llenaremos nuestras páginas con opiniones o con notas copiadas de internet, creemos en el collage no en el plagio”, responde Vera.

Asimismo, Sergei Gómez, gerente general de Xente Xoven, sostiene que su revista es un medio para que sean los propios jóvenes quienes puedan escribir asuntos de interés general y problemática nacional. “Invitamos a todos los que se consideran jóvenes (incluso de espíritu) a enviarnos sus artículos, notas, fotografías o todo aquello que no hayamos podido imaginar y lo quieran publicar, bajo la convicción de que hay cosas nuevas bajo el sol”, manifiesta Gómez.

Un mercado con espacio

Todos escriben sobre temas culturales, pero de una forma u otra tratan de diferenciarse para posicionarse en el mercado: Kaos aborda temas desde la política hasta la moda, pero todos están cargados de humor e ironía perspicaz; La Vibra toca temas tan locales como los hip hiperos de El Alto hasta un reporte exclusivo del concierto de Lenny Kravitz; Afuera puede hacer una entrevista atípica con preguntas muy poco frecuentes en este género y Xente Xoven apuesta a que los jóvenes puedan involucrarse en temáticas serias.

Diego Gullco explica que hay un mercado sólo para algunas revistas. “En ciudades como Sao Paulo (con alrededor de 20 millones habitantes) creo que existen unas tres, pero en Buenos Aires existen muchas más porque hay una cultura de revistas impresionantemente desarrollada.

No se trata de ningún negocio espectacular, da para cubrir los costos y sacar algo más, pero si a uno no le gusta hacerlo es mejor que ni se meta”, comenta.Sin embargo, Marco Gorgoroso, de Kaos, explica que en Bolivia hay una necesidad de este tipo de publicaciones, pero que deben atender otro tipo de necesidades que ya han sido satisfechas por las actuales revistas existentes.

“No puedes sacar una revista que tenga todo lo que ya te ofrece Kaos, pues luego todo el mundo te compara diciendo: ‘se parece a tal revista’, ‘tiene lo mismo que la otra revista’ y así no funciona”, manifiesta.Por su parte, Antonio Vera, de La Vibra, sostiene que hay un público enorme, ávido e inquieto de todo tipo de publicaciones diferentes.

“No sólo gratuitas. Hay que ver el éxito que tienen los fanzines, por ejemplo. Lo del mercado es algo más complicado de responder, pues el único mercado que conozco en serio es la Rodríguez”, apunta en tono jocoso. Asimismo, Rubén Barcena manifiesta que hay un mercado para este tipo de publicaciones. “Mucha gente no tiene posibilidades de comprar ediciones de calidad y, además, la cultura de ‘no-lectura’ en nuestro medio no conduce a que la gente compre material de lectura, así que hay que distribuir la revista en forma gratuita para fomentar un poco a la lectura”, explica.

La importancia de la forma

Para estas revistas, la presentación es tan fundamental como el contenido y por ello cada ejemplar hace un despliegue de color intenso, en páginas desde el papel bond, papel cuché, tapas plastificadas y a todo color en las páginas interiores.“Cada número de Kaos es una obra de arte y no puede entrar a la imprenta si es que nosotros no estamos satisfechos al ver el producto. Las fotos, el color, el texto, hasta las publicidades son exclusivas de Kaos”, comenta Rubén Lartigue.

De la misma forma se esmeran las demás publicaciones al presentar reportajes visuales con collage de periódicos, fotografías en sepia imposibles de encontrar en otros medios escritos y donde los titulares juegan un papel especial: “Yo nací el año nuevo aimara, así que no me vengan con cagadas” tituló La Vibra.“La Vibra apuesta al diseño gráfico no como algo complementario, sino como algo tan importante como el texto o el contenido de la nota. Para nosotros la forma también es el fondo. En ese sentido los medios tradicionales transmiten una imagen cuadriculada, esquemática, previsible... es decir aburrida”, explica Vera.

Hablando de los otros Antonio Vera, de La Vibra, opina que Kaos, que no fue la primera publicación gratuita, fue la primera que propuso algo diferente. “Yo espero, leo y recomiendo Kaos aunque empiezo extrañar, por ejemplo, los artículos de Gorgoroso o de Maldita Cecilia. Xente Xoven va por el primer número y creo, por lo que he visto, que su apuesta es la opinión y eso personalmente no me interesa”, dice. Diego Gullco, de Afuera.

Muy crítico a estas revistas, Sergei Gómez, de Xente Xoven, cree que han perdido el rumbo de sus notas. “Nos diferenciamos de ellos porque al leerlos cualquiera se da cuenta que están tendidos a la joda”, dice. Los aludidos, Marco Gorgoroso y Rubén Lartigue, de Kaos, no opinan ni dicen nada, pues no consideran competencia a las demás revistas. “Puede ser que ellas nos consideren su competencia, pero para Kaos no hay competencia”, explica Lartigue.Mucho más serio René Barcena, de The Llama Express, opina que hay muchos espacios a llenar en este tipo de mercado. “‘Free magazines’ de cualquier tipo regularmente son las que están inundando el mercado europeo, así que ¿por qué no hacerlo aquí en Bolivia? como antes dicho, si se hace algo más interesante, más educativo y accesible al público boliviano, mejor”.

La Paz cultural, Santa Cruz social

Mientras que en La Paz existen más revistas de índole cultural, en Santa Cruz predominan las revistas sociales, basta citar que en la ciudad oriental existen cinco de este tipo totalmente gratuitas: Sociales Vip, Santa Cruz Social, Boom, Furor de Impacto y Xclusiva, entre las más conocidas. En La Paz existe Sociales Vip, una revista que cubre eventos sociales de un público de la clase media y alta que se encuentra en específicos puntos de la ciudad.

Este fenómeno se explica a partir de que la sede de gobierno siempre se ha caracterizado por su gran movimiento cultural en diferentes ramas como la literatura, las artes plásticas, la música, el cine, la danza o la poesía.“Mientras La Paz se desenvuelve en un medio netamente cultural, que se ve reflejada en estas revistas gratuitas, en Santa Cruz las revistas sociales juegan con el ego y la vanidad de quienes aparecen en ellas”, explica Marco Gorgoroso, diseñador gráfico y director de la revista Kaos, la misma que tiene ediciones para La Paz y Santa Cruz.