En el estadio de Mar del Plata

Más de 40 mil personas vibraron con Hugo Chávez

Las tribunas del estadio mundialista se poblaron con banderas cubas y venezolanas

Luego de las tres canciones de Silvio Rodríguez y justo cuando finalizaba su última estrofa Víctor Heredía, la persistente lluvia y el humor de las 40 mil personas apuro la entrada de Hugo Chávez.. Quien tomo el micrófono y puso en escena durante dos horas y tres minutos todos sus atributos histriónicos. Comenzó diciendo: "Viva Perón, viva Evita" y con eso arranco los primeros aplausos de sus seguidores.

Que durante toda la mañana y hasta el medio día se fueron concentrando en la esquina de Independencia y Luro, en pleno centro de esta ciudad. Para luego marchar y llegar al "Mundialito" y llenar el césped y todas las tribunas.

El discurso de Chávez no siguió una lógica determinada. Salto de tema en tema según el termómetro de los aplausos. Tanteo con la presentación de Maradona y todo el estadio estallo con un "Ole, ole, ole, Diego, Diego". Hizo referencia a que la existencia de un imperio jamás podrá con la lucha de los pueblos. "Y como lo ha demostrado siempre la historia mil imperios no podrán con un pueblo", puntualizó Chávez.

Durante esas dos horas Chávez destacó a los líderes que luchan por la identidad latinoamericana y aprovecho la oportunidad para invitar a Evo Morales a que diga algunas palabras. El líder del MAS visiblemente emocionado dijo: "Gracias comandante, acá estamos los países antiimperialistas, lo que defendemos a nuestra gente. Estoy emocionado". No fueron más de minutos los que utilizo Morales para que varias Whipalas y algunas banderas bolivianas flamearan con cierto entusiasmo.

Una vez más Chávez tanteo y hablo sobre el ALCA. La respuesta fue impactante y no la dejo pasar. Así que sentenció que el ALCA, en Mar del Plata encontró su tumba. "Entre muchas cosas cada uno de nosotros trajo una pala de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del ALCA...ALCA, ALCA, al carajo. ¿Quién enterró al ALCA? Los pueblos de América". La fórmula funcionó, la ovación fue ensordedora.

Anteriormente la dirigente del Ecuador, Blanca Chancoso, de origen quechua había leído las conclusiones de la Cumbre de los pueblos Originarios, entre los que se destacaban el rechazo al ALCA, el no pago de la deuda externa y el repudio a la instalación de bases militares estadounidenses en Sudamérica. Esto fue aprovechado por Chávez que medio en chiste medio enserio aseguro que este informe le serviría de inspiración en la otra cumbre y que sería una buena idea hacer varias copias y repartirlas entres sus colegas para que estén al tanto de estas conclusiones. Y una vez más las 40 mil personas vibraron al compás de Chávez y su domino escénico.