Noticias de Bolivia

Un lugar para estar actualizado sobre la realidad boliviana en el Siglo XXI

Mi foto
Nombre: Mestizo
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

Licenciado en Ciencias de la Comunicación(UBA).Hice la Maestría de Periodismo Clarín-Universidad de San Andrés.Trabaje en Clarín,en la seccion de Deportes y Ciudad.También soy redactor en Vocero Boliviano una publicación mensual dirigida a la comunidad boliviana en Buenos Aires y actualmente trabajo en el periodico EL DEBER de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) en la sección de Economía. CONTACTOS: jcsalinas@eldeber.com.bo jcsalinascortez@gmail.com jcsalinascortez@yahoo.com.ar

lunes, diciembre 19, 2005

Historico

Una multitud colorida en El Alto y lujosas 4x4 en los barrios ricos del sur de La Paz

www.clarin.com.ar

Una pequeña multitud colorida se amontona ante la única puerta habilitada de la Escuela Fiscal Primaria de Villa Ingenio, la barriada más pobre de El Alto y que sufrió más muertes en el octubre sangriento de 2003, cuando la furia popular se llevó por la fuerza al gobierno neoliberal de Sánchez de Lozada en la llamada "guerra del gas".

Raúl tiene el papelito blanco arrugado en su mano. Es albañil, padre de tres hijos y vota al MAS. Cree en Evo Morales pero quiere esperar para ser optimista. "Hay que verlo en el gobierno", dice Raúl, pantalón gastado y pulóver de rombos. Cerquita, Joel camina con su mamá, los dos vestidos de domingo. El le lee en voz alta las instrucciones para los electores. Está contento. "Hoy cumplo nue ve años", anuncia.

Dos chicos y una adolescente de jeans y anteojos oscuros esperan a su madre, una chola de sombrero y trenza, que acaba de votar. La mujer se esconde tras la espalda de su hijo mayor, Luis, que estudia Psicología en la Universidad de El Alto. Para esta familia es la hora de Evo, y también la de José Luis Paredes, el ex alcalde de El Alto a quien llaman Pepe Lucho y a quien agradecen asfalto y gas miles de alteños. "Lo bueno de el Pepe Lucho es que se ha embolsillado poco", dice Luis, y nadie puede sorprenderse de con qué poco se conforma uno a veces."Y si fracasa el Evo iremos a la calle nomás", dice Esperanza —pollera aterciopelada, mantón tejido— tapándose con la mano derecha la boca huérfana de dientes, tentada de risa.

Ya en la calle, familias enteras comen sentados en banquetas. Cerdo, res, sopas."EVO PRESEDENTE", dice la pintada y traduce esa voltereta entre la i y la e que es tan común en el español hablado por gente de origen indígena. "Ni perdón ni olvido a los asesinos neoliberales", dice otra, sobre la avenida Juan Pablo II. En la escuela Topeter de Villa las Mercedes, David acaba de votar por Evo, y cree que vienen tiempos de calma. "Los que salen a la calle son los que no tienen oficio", dice, y cuenta que con lo que gana como pintor le da para comer y vestir a los dos hijitos de 6 y 5 años que se quedan todos los días solos durante 6 horas, porque su mujer también trabaja. "Es la única manera, señorita, el estómago de los niños pide", se disculpa.

En el otro extremo de la vida

En la zona sur de La Paz, las clases acomodadas también eligen a sus representantes. Hay varias camionetas y 4 x 4 a las puertas de la escuela Loretto, y eso que está prohibido circular en día de comicios. En algunos paredones se leen inscripciones en inglés de canciones de The Doors y Deep Purple, humo sobre el agua para la incertidumbre boliviana."Mi país precisa mano dura, no creo en la democracia para Bolivia", dice René sin sonrojarse.

De la mano de Nico, su nieto, este industrial arriesga que "Evo no va a tener a quién gobernar" y que los militares de ahora no son los de antes. "Tengo dos compadres militares y les dije el otro día: ustedes son unos maricones", cuenta. "Es cierto, los que podemos pagar vivimos en jauja, pero los demás...Esto no tiene cura", termina.

"Próxima propiedad social" y "Corralito a los ricos", decían las pintadas sobre algunas casas de Calacoto, un barrio bien. El fantasma de la expropiación toma forma de letra escrita. Celia, unos 60 y anteojos Armani, dice que en su vida ya vio mucho, que no cree que puedan sorprenderla. "Ojalá no haya resentimiento", ruega.

Marcos es médico, vive con Sonia, su mujer y sus tres hijos. No coincide con varios de sus amigos cuando dice que un gobierno de Evo Morales no es necesariamente un peligro. "Tiene buenos equipos técnicos", explica —anteojos negros, sombrero panamá. "Y además lo puso al Alvaro (García Linera) como vice, y eso es garantía".

Para algunos habitantes de estos barrios, el reconocido analista político que Morales eligió como candidato a vice es una suerte de oveja negra de la familia. Ese primo incómodo que decidió ser antiimperialista pero al que se quiere igual porque "es uno de nosotros".Sobre la acera, carritos y vendedores ambulantes ofrecen helados y manzanas acarameladas: nada de fritanga en la zona. Otra pintada le contesta a la del MAS. "Evo produce y Maradona consume". Todo está tan calmo...